miércoles, 6 de octubre de 2010

Hoy nos acompaña al blog: Federico Casado Reina

Hoy hemos tenido el gran honor de recibir en nuestras instalaciones de Klaun al creativo, guionista, realizador y crítico de cine Federico Casado Reina.

Nos deleita con una inquietante reflexión sobre el panorama audiovisual actual. Una reflexión muy real y con la que debiéramos tomar nota todas las empresas audiovisuales.
Podéis seguir diariamente a Federico en su célebre y muy visitado blog
Gracias Federico!!


Nadie sabe nada


Todo el mundo está tiritando. Pero no es frío. Es miedo. Desde hace unos años (quizás demasiados) el audiovisual está aterrorizado: nadie sabe hacia dónde va, y cuál será el modelo de negocio. Es más, nadie sabe quiénes son los espectadores potenciales del producto, ni cómo lo verán. Es para echarse a temblar, pero paradójicamente, se consume mucho más audiovisual que hace cinco años, y si lo comparamos con hace diez años, no digamos. La gente quiere seguir viendo ficción, eso está claro. Y estoy seguro que está dispuesta a pagar por ello. Pero quizás ese modelo de exhibición cinematográfica empieza a ser obsoleto. En Hollywood, donde hay ya muchos estudios de mercado desde hace años, han apostado por el 3D, y la utilización de las salas para retransmitir eventos. Pero eso pasa por una reconversión salvaje de (casi) todos los exhibidores de un país, el nuestro, que es más que reticente a los cambios. Entonces ¿hacia dónde vamos? Nadie lo sabe. Pero lo peor, es que nadie tiene ni idea. Se dan palos de ciego, pequeñas iniciativas a ver si funcionan, pero nadie o casi nadie acierta. A través de internet crecen desmesuradamente las series web, los cortometrajes, las historias filmadas de las más rocambolescas maneras… pero tener sobresaturación de producto es igual a no tener nada. El impacto de las historias, de las películas, de las series es inversamente proporcional a la brutal oferta. Ya casi nada permanece, y lo que hoy es un éxito, en pocas horas cae en el olvido. Sin llegar a tomar una pose mesiánica sobre el tema, creo que el camino está en volver a hacer única la experiencia audiovisual. Igual de única que cuando los primeros curiosos iban a ver el nuevo invento de los Lumière a la sala oscura. Igual de única que cuando los primeros espectadores vieron las primeras imágenes de “El Padrino”, o igual de única que cuando veíamos por televisión la muerte de Chanquete o el accidente aéreo de “Falcon Crest”. Hay que seguir apostando por eso. Da igual que sea en una pantalla Imax 3d, que en la Retina Display de un Iphone. Todo vale. Pero que no se nos olvide que estamos hablando de espectáculo, de evasión, de arte, en definitiva. Igual que Boticelli nos hacía soñar con el Olimpo de Venus, o Rubens con unas celulíticas y exuberantes curvas, tenemos que hacer soñar al espectador con el producto que le vendamos, sea una película, una serie, un videoclip, o un simple anuncio. Hay que conseguir hacer único el producto, y replicar esa singularidad cada vez que alguien la vea. Está claro que nadie sabe hacia dónde vamos… pero algunos sabemos (o creemos saber) de donde venimos. Y quizás esa sea la reflexión más importante. 

Federico Casado Reina. 

www.federicocasado.com
Todo aquello que siempre quisiste saber

sobre el cine, y no te atreviste a preguntar...

4 comentarios:

  1. Es un placer que podamos tenerte entre nosotros leyéndote en este BLOG (con mayúsculas) Federico. Bienvenido y espero te sientas bien acogido.

    Tu reflexión de hoy es muy personal y aguda. Das perspectivas y enseñas porque has aprendido. Aunque creo que no queremos tanta ficción como excesos de realidad, muchas veces distinta a la propia, y a eso a veces llamamos ficción, simplemente porque no lo hemos vivido.

    El espectador quiere estar expectante. Y nos dejarán estupefactos quienes sepan sorprendernos mientras nos entretienen. El arte moderno es el arte del espectáculo. Todo comienza por espe-, de esperanza...

    Saludos
    Marcos

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  2. Fantástico Federico!!
    Como siempre eres genial y tus palabras crean precedente..
    Un abrazo

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  3. ¿Hay que ponerse tan negativo? Es una visión demasiado negra de como están las cosas. Yo creo que no es para tanto.

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  4. Lo peor es que en este "negocio" quien gana pasta de verdad no es quien hace el producto, sino los intermediarios. Como se les está acabando el chollo y quieren seguir exprimiendo y explotando a quienes tienen las ideas, de ahí viene la crisis. Muy bien dicho, Federico.

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